En la medición nacional de alcaldes y alcaldesas correspondiente a febrero de 2024 realizada por la encuestadora Demoscopia Digital, la desaprobación a la administración de la presidenta municipal de Piedras Negras (PRI), Norma Treviño Galindo, es de más de 65 por ciento de cara al intento por su reelección en el proceso electoral del mes de junio.
En el ranking nacional de alcaldes y alcadesas que publicó Demoscopia Digital el pasado lunes 4 de marzo, Norma Treviño aparece en el lugar 168 de los 210 alcaldes evualuados a nivel nacional, con 34.7 de aprobación ciudadana.
De acuerdo a la medición que aparece en el portal de dicha casa encuestadora, el desplome de aprobación hacia la alcaldesa de Piedras Negras fue en descenso paulatino desde el inicio de su admnistración, pues de aparecer con 63 por ciento en mayo de 2022, al finalizar ese año la ciudadanía calificó su desempeño con 53 por ciento.
Este declive continuó descendiendo en 2023, sin embargo, mayo y junio y julio de ese año mostraron una caída estrepitosa en la aprobación de Treviño Galindo, pues de aparecer con 45 por ciento descendió hasta 32 por ciento, temporada que correspondió a la peor crisis de agua registrada en la época reciente de la ciudad.
Los últimos meses de 2023, la desaprobación ciudadana hacia el desempeño de Norma Treviño, terminando 2023 con apenas un 23.9 por ciento de aprobación.
En los dos meses que han transcurrido de 2024, el escenario en la aprobación del desesmpeño de la actual alcaldesa tampoco ha sido positivo, en enero apareció en el lugar 187 de 210, con 28.2 por ciento de aprobación ciudadana.
El intento de reeleción de, Norma Treviño, podría definirse por factores ocurridos como el mega aumento al transporte, la peor crisis de agua registrada en la época reciente de la ciudad, las acusaciones de nepotismo en la nómina del municipio y el importante incremento de 27 por ciento al gasto de nómina que ubicó a Piedras Negras como uno de los Ayuntamientos con mayor aumento en 2023 en este rubro.
Destaca también la opacidad en el elevado gasto de 35 millones de pesos que costó el pasillo comercial llamado «Calle Once» al no dar a conocer la totalidad de contratos entregados, quedando sin comprobar más de 18 millones de pesos.