Un nuevo récord en el cruce de migrantes se rompió este lunes 18 de diciembre, al confirmarse que hasta ahora suman más 4 mil ilegales cruzaron el Río Bravo desde Piedras Negras hacia Eagle Pass en menos de 24 horas, en medio de la caótica crisis migratoria que provocó el cierre del Puente Uno sumándose la suspensión de trenes de carga hacia Estados Unidos determinada por el Gobierno de Estados Unidos a partir de ayer.
«Eagle Pass, Texas está siendo abrumado por los migrantes esta noche, más de 4 mil cruzan ilegalmente hoy sin un final a la vista y más de 4 mil ya está bajo custodia», mencionó el periodista, Griff Jenkins, en X, antes Twitter.
El transcurso de ayer lunes, una ola humana compuesta de miles de migrantes esperaba bajo el Puente Internacional Dos en espera de ser trasladados al centro de procesamiento de la Patrulla Fronteriza que es apoyada por agentes de CBP, decisión que ha provocado un colapso económico y social de los residentes en la frontera Piedras Negras-Eagle Pass.
La compañía Unión Pacific urgió este lunes a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza que se abra el cruce de trenes de carga en las fronteras entre Piedras Negras-Eagle Pass y Ciudad Juárez- El Paso, pues estos cruce representan el 45 por ciento de los negocios transforterizos de esa empresa, inlcuyendo bienes críticos para la economía estadounidense.
«No hay suficiente capacidad en nuestras otras cuatro puertas de enlace para desviarlos (…), Cada día que se cierra la frontera, Union Pacific se ve obligada a embargar las mercancías de sus clientes en más de 60 trenes, o casi 4 mil 500 vagones, y el equivalente de mercancías se retiene en México, Union Pacific está haciendo todo lo posible para organizar trenes y trabajar con los clientes para evitar la congestión en la frontera. Cuanto más dure este cierre, más difícil será reanudar el comercio transfronterizo», destacó la empresa internacional en comunicado.
En tanto, el gobernador de Texas, Gregg Abbott, promulgó este lunes una nueva ley, denominada SB4, mediante la cual se criminaliza a los migrantes que entren de manera ilegal a Estados Unidos por ese estado fronterizo con México y otorga a las autoridades locales la potestad para arrestar a migrantes que no acrediten su estancia legal y los jueces podrán expulsarlos del país.