La salida de Alonso Garza Treviño como Obispo de la Diócesis de Piedras Negras consumada este miércoles último de Julio, ocurrió en la víspera de la posible liberación de Juan Manuel Riojas Martínez, el “Padre Meño” quien alcanzaría dicho beneficio al rebasar durante el presente mes de Agosto la mitad de su condena por abusos contra menores.
Apenas el pasado miércoles se promovió como “un día histórico” la llegada del nuevo obispo, Alfonso Miranda, sin que la mayor parte de la comunidad y feligresía supieran que la ceremonia fue organizada días previos a la posible liberación de “Meño”, lo que habría permitido evitar un mayor escrutinio social a Garza Treviño acusado de encubrir los hechos de abuso denunciados en 2017.
Y es que de acuerdo al testimonio de la víctima, Alonso Garza fue informado como entonces Obispo con meses de antelación a la denuncia y habría optado por remover de parroquia a Riojas Martínez en lugar de inmediatamente acudir ante las autoridades.
El próximo 18 de agosto, Juan Manuel Riojas “Meño”, ex rector del seminario de Piedras Negras cumplirá siete años de haberse entregado a la Fiscalía de Coahuila (tras haber estado prófugo cuatro meses) con lo que podría acceder a una libertad condicional para pasar fuera del CERESO de Piedras Negras el resto de su condena de un total de 13 años por los delitos de violación calificada y violación en grado de tentativa con abuso de autoridad.
En septiembre de 2023 y en enero pasado la defensa legal del “Padre Meño” solicitó se concediera libertad condicional para el ex sacerdote, sin embargo, la medida fue negada.
En una entrevista videograbada a Alonso Garza como Obispo en medio de la denuncia en contra del “Padre Meño” dijo “ser muy malo para las fechas” y “no recordar” en que momento fue informado por la víctima de del caso de pederastia, lo que acrecentó las sospechas de encubrimiento.