Una reacción condenada como negligente por parte del Municipio de Piedras Negras que no avisó sobre la inminente catástrofe, posteriormente una promesa de construir una presa que quedó estancada en el fracaso y actualmente la pérdida total de un vital ecosistema a causa de la sobreexplotación industrial y cervecera del manto acuífero que daba vida a los ríos Escondido y San Antonio, son las tres historias que se han tejido en paralelo a la inundación del 4 de abril del 2004, de la que este jueves se cumplen dos décadas.
La inundación de Villa de Fuente quedó impresa en los habitantes de esta región como recuerdo amargo, debido al fallecimiento de un gran número de personas, cuya cifras reales nunca se dieron a conocer pero extraoficialmente se estiman más de 400 personas y pérdidas materiales en su totalidad.
“Una Tragedia de grandes dimensiones”, describió la televisión nacional lo ocurrido en esta ciudad en abril 2004, donde se levantaron testimonios de damnificados que reclamaron al gobierno municipal priísta de, Claudio Bres, por no haber avisado.
Y es que de todos los habitantes de la región es sabido que a pesar que las autoridades municipales tuvieron la oportunidad de avisar del riesgo latente que se desbordara el Río Escondido, se le dio poca importancia.
En 2011 se presentó un proyecto para construir una presa rompepicos para contener las avenidas de agua de los ríos San Antonio y Escondido el cual nunca se consolidó pese a que varias administraciones municipales afirmaron que se retomaría dicho proyecto.
Sin embargo, a la fecha la obra de tan anunciada presa ya no es viable, pues los ríos Escondido y San Antonio han desaparecido en la última década al emanar del acuífero Allende-Piedras Negras que se encuentra sobreexplotado, de acuerdo a información oficial de CONAGUA.
El acuífero Allende-Piedras Negras se encuentra bajo el subsuelo de Piedras Negras y los Cinco Manantiales, alcanzando incluso parte de Múzquiz, Hidalgo, Sabinas y Acuña del que depende por completo la vida pero con poca esperanza de subsistir ya que la Comisión Nacional del Agua estableció oficialmente una etapa de sobreexplotación a partir de 2020 justo al cumplirse diez años de la operación de Constellation Brands, la planta cervecera extranjera en Nava con mayor producción en el mundo, que cuenta con una concesión estimada en 20 millones de metros cúbicos anuales para la cervecera, del acuífero Allende-Piedras Negras