Nuevamente ha sido el Gobierno Federal de Mexico quien ha alzado la voz para exigir formalmente que se abre el Puente Internacional Uno entre Eagle Pass y Piedras Negras en medio del silencio prolongado de autoridades locales que incluso aseguraron durante el mes de noviembre (por medio del director de Economía municipal, René Ramírez), que no existía riesgo de que dicho acceso fuera cerrado.
A través de un comunicado difundido ayer martes, la Secretaría de Relaciones Exteriores en el que enfatizó que el cierre de los cruces fronterizos afecta de manera importante el intercambio comercial y la economía de México y Estados Unidos.
“El Gobierno de México hace un respetuoso llamado al Gobierno de Estados Unidos para que se reanuden, de manera inmediata, las operaciones en los cruces afectados para evitar pérdidas económicas importantes en ambos lados de la frontera”, señaló la dependencia federal en el comunicado.
El Gobierno de Estados Unidos determinó a finales de noviembre e inicio de diciembre, el cierre de los puentes internacionales entre: Piedras Negras-Eagle Pass; el conocido como Sonoyta-Lukeville que une al estado Sonora y Arizona y el El Chaparral-San Ysidro, entre Baja California y California debido al imparable cruce de miles de migrantes a Estados Unidos.
El cierre del Puente Uno en esta frontera desde hace 13 días ha ocasionado una importante afectación en diferentes aspectos al interrumpirse en forma importante la continua comunicación y actividad comercial que existe entre ambas fronteras.
Y es que tan solo los comerciantes de Eagle Pass reporta pérdidas hasta de 80 por ciento en plena época decembrina, los volúmenes de carga que cruzan diariamente a Texas también han registrado una disminución de hasta un 50 por ciento.