Juan Manuel “N”, “El Padre Meño”, busca el beneficio de libertad condicional ante la condena de 13 años que purga en el Centro de Reinserción Social de Piedras Negras por los delitos de violación calificada y violación en grado de tentativa, desprendida de las denuncias realizadas por seminaristas que afirmaron sufrir estos hechos siendo menores de edad.
El próximo jueves 17 de agosto está programada una audiencia de tratamiento preliberacional otorgada a sentenciados que hayan cumplido más de la mitad de su pena, requisito que aún no es llenado por “Meño” quien se entregó a las autoridades el 18 de agosto de 2017, tras más de tres meses de desconocerse su paradero, desde que fueron presentadas las denuncias por los ex seminaristas Ignacio Martínez y Javier Calzada.
De acuerdo a testimonios de familiares de reos internados en el CERESO, Meño ha realizado oficios dentro de este centro como elaboración de rosarios y atrapasueños para venta.
La secuencia de hechos que originaron el procesamiento del primer caso de pederastia clerical en esta frontera incluyeron denuncias por encubrimiento en contra del Obispo Alonso Garza, por parte de la víctima, Javier Calzada, quien señaló que desde diciembre de 2016 había informado al obispo los abusos en su contra, lo que generó que en febrero de 2017 solamente cambiara a Meño de la rectoría del seminario local a la parroquia del «Santuario de Guadalupe» en el sector Centro de esta ciudad, donde siguió oficiando misas hasta que la parte ofendida presentó su denuncia ante la Fiscalía de Coahuila el 24 de marzo de ese mismo año.
Inicialmente Juan Manuel había sido condenado a 15 años de prisión y tras una apelación, se le redujo la pena a 13 años, misma que fue ratificada en enero de 2020.