Dos migrantes que intentaron cruzar las frías aguas del río Bravo, cerca del puente internacional del ferrocarril, no lograron completar su travesía debido al alambre de púas y demás obstáculos instalados por las autoridades estatales, incluyendo la presencia de elementos de Seguridad Pública de Texas que controlan esa parte de la frontera.
Según testigos, las dos personas habían cruzado el río y llevaban horas intentando traspasar los obstáculos. Sin embargo, al no poder superar la barrera de alambre de púas y ante el temor por la llegada de elementos de Texas en botes, optaron por volver a intentar cruzar el Bravo para regresar a territorio mexicano.
El río, que actualmente está más caudaloso y presenta temperaturas gélidas debido al clima, aumentaba el riesgo para ambos individuos. Estas dificultades obligaron a los migrantes a regresar a la orilla en varias ocasiones, ya que las condiciones no les permitían avanzar. Una vez de regreso en el lado estadounidense, ambos caminaron por la orilla en busca de un punto accesible para atravesar el alambre de púas o para regresar a México por un tramo menos peligroso.
El alambre de púas instalado por Texas ha resultado en una «reducción masiva» del flujo de migración irregular, según afirmó el gobernador de Texas, Greg Abbott. Durante su visita reciente al parque Shelby en Eagle Pass, Abbott anunció la instalación de más alambre de púas en la frontera.
La noche de ayer sábado, otras dos personas fueron rescatadas de ahogarse en el río Bravo, cerca de la colonia Morelos. Se identificaron como un residente local de Piedras Negras y una persona originaria de San Antonio, Texas, quienes pidieron ayuda al quedar varados en una isleta en medio del río.