En la última década se ha consumado un desastre ambiental de incalculable magnitud en la frontera de Piedras Negras, al desaparecer por completo el Río Escondido que históricamente cruzaba Villa de Fuente y desembocaba en el Río Bravo, pero que ahora representa una flagrante muestra de la sobreexplotación del acuífero al que está conectado la planta de cerveza “Constellation Brands”.
En un registro de fotografías que muestra Google, se evidencía la agónica transición del otrora caudaloso Río Escondido en 2008 (previo al inicio de operaciones de la planta entonces Modelo), hasta convertirse en un lecho seco y completamente devastado al llegar la década de 2020, coincidiendo con la actualización de disponibilidad de CONAGUA que en 2021 determinó que el acuífero del que nace este río y del que también extrae su producción dicha planta cervecera, estaba sobreexplotado por 35 millones de metros cúbicos anuales.
En una nueva entrega del mismo estudio de CONAGUA correspondiente al presente 2024 se confirma que el acuífero de nombre “Allende-PN” sigue sobreexplotado, es decir que se le extrae mayor cantidad de agua de la que puede recargar por 19.4 millones de metros cúbicos, mientras que paralelamente la concesiones de la planta Constellation Brands alcanzan 20 millones de metros cúbicos, lo que representa casi el doble del permiso para consumo humano para toda la población de Piedras Negras.
El Río Escondido o “río de la Villa”, representó desde la fundación de esta comunidad hasta la década del 2010, el oasis de recreo por excelencia para las familias nigropetenses, incluso provenientes de otros municipios de la región así como paisanos que disfrutaban en su retorno a Mexico para acampar al pie del caudaloso río y frondosa vegetación.
En tanto, Piedras Negras continúa siendo considerada como uno de los municipios de Coahuila con alto índice de sequía, pues de acuerdo a datos actualizados al 15 de junio de 2024 del Monitor de Sequía de CONAGUA salió de sequía extrema para convertirse en zona con sequía severa.
Las lluvias que se han registrado en 2024 en la región no han sido suficientes para aliviar la sequía, mientras que en 2023 alcanzaron 330 milímetros, apenas por encima de la mitad del promedio anual.