Como estaba previsto, el huracán Beryl tocó tierra la madrugada de este lunes en el área de Houston, Texas, causando la muerte de dos personas, un gran número de inundaciones, áreas incomunicadas y dos millones de viviendas y negocios sin electricidad.
El huracán llegó en categoría uno con rachas de viento superiores a 130 kilómetros por hora y lluvias torrenciales alrededor de las cuatro de la madrugada inundando las calles con aguas que crecían rápidamente mientras los socorristas se apresuraban a rescatar a los residentes varados.
“No hemos podido dormir realmente, estamos luchando por tener alimentos”, dijo la señora Eva Constanzo, residente del área de Houston.
De acuerdo al Servicio Metereológico Nacional de Estados Unidos, Beryl produjo al menos tres tornado en la frontera entre Texas y Luisana uno de los cuales se consideró “extremadamente peligroso”.
La ciudad de Galveston, al sureste de Houston, emitió una orden de evacuación voluntaria para algunas áreas, con videos en las redes sociales que muestran filas de autos saliendo de la ciudad.
Después de las diez de la mañana, el huracán se degradó a tormenta tropical mientras avanza a territorio estadounidense luego que cambiara de ruta el fin de semana sin pasar por Piedras Negras, donde existía un considerable porcentaje de probables lluvias a partir de este lunes.