La ciudad de Piedras Negras se ha envuelto en un espiral de desabasto de agua que cada verano se agrava por un errático manejo de SIMAS, sin embargo la carencia de este servicio básico no ha detenido la rienda suelta que han dado especialmente las últimas dos administraciones municipales a la creación de nuevos fraccionamientos con miles de casas desarrollados por poderosas constructoras como es el caso de “Manter”.
Y es que mientras el anterior gobierno de Claudio Bres y el actual que dirige Norma Treviño, se han caracterizado por una mínima inversión en los servicios de agua y drenaje a pesar de los altos ingresos del SIMAS de alrededor de 240 millones de pesos al año, las condiciones de este servicio han entrado en una etapa crítica indicando que no resultaría viable autorizar nuevos y enormes fraccionamientos.
De acuerdo a información corroborada por este portal en la Plataforma Nacional de Transparencia, de 2020 a 2022 se concedió la autorización para construir más de mil 900 casas, de las cuales 852 fueron desarrolladas por “Manter”, empresa que desde 2021 a la fecha ha construido más de 2 mil viviendas solamente en Las Praderas, además del fraccionamiento Lomas de Santiago, ambos sectores ubicados en la salida a Acuña y que han sido de los más afectados en la actualidad por cortes del vital líquido.
En lo que corresponde a la actual administración en mayo de 2023 autorizó construir más de mil 400 viviendas en tres nuevos fraccionamientos, uno de ellos de la misma constructora “Manter” con más de mil 296 viviendas para la ampliación del Fraccionamiento “Las Praderas” donde sus residentes no tienen agua desde el inicio de este mes de junio.
Adicionalmente en el Callejón a Las Tinajas el gobierno municipal saliente ha permitido la construcción de dos nuevos fraccionamientos de tipo residencial sin explicar a la ciudadanía como es que se liberan estos permisos frente al colapso del Sistema Municipal de Agua.
La constructora Manter arrastra un historial en la ciudad que incluye desarrollos como Los Olivos, donde un considerable número de casas empezaron a colapsar al poco tiempo de ser compradas, por ubicarse sobre terrenos que fueron minas de carbón, de acuerdo a habitantes del lugar.