Algunos estados de la Unión Americana y México verán reducida la cantidad de agua que se les suministra del río Colorado para evitar «un colapso catastrófico», anunciaron ayer martes funcionarios de la Casa Blanca, ante una sequía histórica que registra el cauce de este río.
«Para evitar un colapso catastrófico del sistema del río Colorado y un futuro de incertidumbre y conflicto, se debe reducir el uso de agua en la cuenca», dijo Tanya Trujillo, secretaria adjunta de Agua y Ciencia del Departamento del Interior.
La medida aumenta la presión sobre los gobiernos estatales de los dos países para que planifiquen con visión de un futuro más seco, más caluroso y más poblado. A pesar de años de advertencias, los estados que se abastecen del río Colorado no han logrado reducir su demanda de agua en forma suficiente.
El río Colorado nace en las montañas Rocallosas y cruza a través de estado de Colorado, Utah, Arizona, Nevada, California y el norte de México, finalmente desemboc en el Golfo de California. Abastece a 40 millones de personas en el Oeste de Estados Unidos y el norte de México, y es una fuente hídrica clave para los agricultores.
Se alimenta principalmente de las cumbres, cuya nieve se derrite lentamente durante los meses más cálidos, lo que se ha visto afectado por la sequía y las altas temperaturas.