Un kilo de harina, otro de maíz, frijol, aceite y dos galones de agua fue la “ayuda” que ofreció la alcaldesa, Norma Treviño y SIMAS Piedras Negras a los propietarios de las viviendas que están al borde del colapso, frente al barranco cavado por SIMAS en medio de la crisis de drenaje que padece Piedras Negras al término de este trienio.
La señora Consuelo, quien reside en una de las viviendas de la calle Industrial en la colonia Bravo, justo donde SIMAS realiza los trabajos de reparación hasta ahora fallidos, narró y mostró a este portal los daños en la cimentación de su casa al quedar a centímetros del precipicio.
“El piso se abrió, no sabemos quien nos va a pagar no nos han dicho nada, nos trajeron una despensa de frijol, harina y galones de agua, que no es nada, porque nos da miedo que se nos caiga la casa y para donde nos vamos”, expresó la mujer.
El cúmulo de casos impunes de corrupción en contra del SIMAS de Piedras Negras, ha derivado en una desbordante crisis de inoperancia en drenaje y agua, especialmente en los últimos dos años del trienio de la priísta, Norma Treviño, quien intenta reelegirse en medio de esta contingencia de servicios públicos del municipio.
Este jueves vecinos en riesgo por la mega zanja exhibieron videos que muestran momentos en que se derrumba una banquetas al reblandecer el perímetro del barranco de seis metros de profundidad donde brotan aguas negras en grandes cantidades cuyo olor llega al interior de las casas de estos ciudadanos.
Algunas de las familias afectadas son mujeres trabajadoras de maquiladoras que se exponen por la noche o madrugada pues deben caminar varias cuadras para dirigirse a la parte trasera de su casa, al situarse sobre la calle Industrial el enorme socavón.
Aunque el Municipio aseguró que en esta semana quedaría resuelto el cambio de colector que está generando el descomunal brote de aguas negras en el bulevar Fausto Z. Martínez, en el lugar no se observa avance en la obra pues el mismo gerente de SIMAS, Juan Olvera, ha reconocido que los derrumbes en el socavón que alcanzó las dimensiones de barranco son frecuentes, llegando inclusive a poner en inminente riesgo a los habitantes de ese sector y la pérdida de sus viviendas.