Eagle Pass, se encuentra en el centro de una creciente disputa entre las autoridades de Texas y el gobierno federal estadounidense sobre cómo abordar la crisis migratoria y quién tiene jurisdicción en esa parte de la frontera entre Estados Unidos y México.
Apenas este viernes, el fiscal general de Texas rechazó de manera contundente la solicitud de la administración Biden para otorgar acceso total a los agentes federales de inmigración a lo largo de la frontera sur, el cual la Guardia Nacional estatal ha cerrado con alambre de púas, cercas y soldados.
Durante tres semanas, ha habido un enfrentamiento entre el gobierno federal y Texas por Shelby Park, el parque público propiedad municipal de Eagle Pass. Este parque, fue un área de cruce irregular de miles de migrantes que cruzaban diariamente por Piedras Negras, por lo que fue tomado por los soldados de la Guardia Nacional de Texas a principios de enero, impidiendo desde entonces que los agentes de la Patrulla Fronteriza procesen a los migrantes en el área.
El Departamento de Seguridad Nacional, que supervisa la Patrulla Fronteriza, había dado plazo hasta el viernes al fiscal general de Texas, Ken Paxton, para permitir el acceso de los agentes federales a Shelby Park. Sin embargo, Paxton rechazó esta demanda, argumentando que Texas no permitiría que el área se convirtiera en un «puerto de entrada no oficial e ilegal».
Dentro de Shelby Park, los guardias de Texas han instalado barreras para impedir el paso de migrantes que intentan cruzar de forma irregular a Estados Unidos, ordenándoles regresar a México a través del Río Bravo, lo que ha provocado la muerte de migrantes, incluyendo niños. Además, el Departamento de Seguridad Pública de Texas ha comenzado a arrestar a algunos migrantes adultos que ingresan al parque por cargos estatales de invasión de propiedad ilegal.
El gobernador Abbott y otros funcionarios de Texas argumentan que las acciones del estado buscan disuadir a los migrantes de ingresar ilegalmente al país, culpando al gobierno federal por no hacer lo suficiente para frenar los cruces no autorizados. Sin embargo, la administración Biden sostiene que Texas está obstaculizando las operaciones de la Patrulla Fronteriza y poniendo en peligro a quienes podrían necesitar ayuda.
Si bien la Corte Suprema no ha emitido un fallo sobre la confiscación de Shelby Park por parte de Texas, esta disputa podría llegar a un tribunal federal si la administración Biden decide demandar al estado.
La Casa Blanca ha calificado las políticas de Abbott como inhumanas y contraproducentes, mientras que el gobernador ha defendido sus acciones en Eagle Pass como una medida para protegerse de una «invasión», recibiendo respaldo de 25 gobernadores republicanos en todo el país.