Hoy se constata que MORENA postuló en junio pasado a un adulto mayor que padecía cáncer para candidato a gobernador de Coahuila con todo lo que conlleva: tres meses caminando y haciendo mítines en municipios con calor de más de 40 grados.
El resultado es que seis meses después Armando Guadiana ha fallecido.
Si incluso para tramitar un crédito en el banco se piden exámenes médicos como requisito básico
¿No debería aplicarse el mismo criterio a quienes aspirar a administrar los cuantiosos recursos del erario?
¿No debió MORENA hablar con claridad al electorado acerca de que estaban enviando a competir a una persona con serios problemas de salud?
De haber resultado electo Guadiana, hoy Coahuila tendría que nombrar un gobernador interino a menos a 24 días de haber asumido el cargo.
Entre los abundantes cuestionamientos de que MORENA vende las candidaturas es necesario preguntar ¿Qué intenciones tiene un partido político que postula a una persona en estas condiciones?