El pasado domingo el Municipio de Piedras Negras informó la segunda muerte ocurrida en menos de una semana de un detenido por la Policía Preventiva, afirmando que se debía a “causas naturales”, de acuerdo al comunicado oficial del gobierno local.
Al día siguiente la familia de la víctima de nombre, Crescencio López Martínez, manifestó que no creía en la versión oficial, sino que podía tratarse de un golpe que el detenido sufrió en la cabeza durante su confusa detención.
En menos de 48 horas la explicación de la muerte de Crescencio tuvo que cambiarse al reconocer la Fiscalía General de Coahuila que el cadáver presentaba un shock neurogénico, es decir un golpe en su cráneo.
Así se esfumó la primera versión de “muerte natural” que el domingo aseguraba el Gobierno Municipal en medio de la crisis que le había dejado la misma semana una ejecución extrajudicial de otra persona detenida en la colonia Central.
No obstante, en esta historia falta la parte central: ¿Por qué fue detenido Cresencio?
El gobierno Municipal dirigido por Norma Treviño solamente indicó que se trató de una ”falta administrativa”.
En contraste durante la semana se documentaron testimonios de migrantes centroamericanos que afirman que esta persona fue detenida dentro de redades que realiza la Policía Municipal para inhibir que estas familias se reúnan en espacios públicos.
Hace exactamente un añõ en Julio de 2021 La Comisión Nacional de los Derechos Humanos pidió a la presidencia Municipal de Piedras Negras abstenerse de realizar estas detenciones arbitrarias.
Los testimonios señalan que Crescencio se encontraba pidiendo alimento afuera de la Casa del Migrante, cuando fue detenido por la Policía Municipal, en medio de un notifica falsa sobre agresiones que fue desmentida por la encargada del albergue condenando la detención de más de 20 migrantes entre los que se presume estaba la víctima que murió en la cárcel Municipal.
Con la ejecución del martes antepasado de un detenido que presuntamente desarmó con sus propias manos a los policías, y la muerte bajo sospecha de una detención arbitraria, se dimensiona la seria crisis en la Seguridad Pública a cargo de Eliud Mercado, quien arrastra cuestionamientos por antecedentes en el mismo puesto en Acuña.
¿Por qué continuar detenciones arbitrarias de migrantes ya condenadas por la CNDH?
¿Por qué no reconocer la evidente falta de capacitación en el manejo de armas y uso de la fuerza de los elementos?
¿Por qué no aceptar como negligencias que se haya asegurado a la comunidad que la muerte del último detenido era natural, cuando en realidad fue un golpe, al igual como se dijo que las cámaras de los policías funcionaban cuando no era cierto?
Y finalmente de cara a estos resultados ¿Cómo podría la presidenta, Norma Treviño, negar a la ciudadanía que se está dirigiendo ineficientemente la Seguridad Municipal?