Al cumplir 75 años de edad, el Obispo de la Diócesis de Piedras Negras, Alonso Gerardo Garza Treviño renunciará a su cargo el próximo mes de diciembre en apego al Derecho Canónico, en su apartado 401.1, procedimiento que establece que al cumplir la edad señalada, los obispos deben renunciar ante el Papa.
La Diócesis de Piedras Negras fue eregida en 2003, al mismo tiempo que Alonso Garza fue ordenado como obispo, cubriendo a una población regional de 550 mil habitantes, de los cuales el 80 eran católicos; la cual mostró una disminución en las últimas dos décadas
Y es que de acuerdo a estadísticas dadas a conocer por el Anuario Pontificio, revelan que de más de 10 mil personas bautizadas ante la Diócesis en 2003, la cifra bajó a un poco más de 5 mil para 2019.
La trayectoria de Alonso Garza al frente de la Diócesis quedó marcada por la acusación de encubrimiento en el histórico caso del Padre «Meño, quien fue sentenciado a 13 años de prisión por el delito de violación.
“Fue un hecho que provocó mucho desgaste a todos, pues notamos que trató de proteger a Meño porque entre ellos no les convenía evidenciarse, por todo ese maltrato a su imagen lo más probable es que el Papa admita su renuncia”, comentó a este portal un feligrés pidiendo omitir su nombre.
La cercanía de Garza Treviño a políticos y la clase de ingresos económicos más altos de la sociedad fue otro de sus distintivos en opinión de un gran número de fieles y es que desde un inicio la Catedral y Obispado de Piedras Negras, fueron eregidas el sector residencial de mayor plsuvalía: Fraccionamiento Tecnológico.
Con su renuncia, Alonso Garza se convertirá en el primer Obispo Emérito de la Diócesis de Piedras Negras y mientras realice su procedimiento de renuncia será nombrado en su lugar un “Administrador Apostólico”, hecho que se espera se consume hasta después del mes de enero próximo cuando se celebren los 20 años de la Diócesis.