Ante el recrudecimiento de evidencia por el colapso de drenaje en esta frontera vertiendo aguas sin tratar al internacional del Río Bravo y sus afluentes como el Río Escondido, la administración saliente de Norma Treviño presentó ayer miércoles un estudio tramitado ante el NADBank para presuntamente detener este latrocinio.
En rueda de prensa efectuada en SIMAS, Norma Treviño señaló que en 2022 se inició la gestión ante el Banco de Desarrollo de América del Norte con sede en San Antonio, Texas con una serie de proyectos que abarcaban las necesidades más apremiantes en la red de drenaje, sin abundar caso a caso de los diversos escurrimientos de colectores reventados durante todo el trienio.
Por su parte, el titular de SIMAS, Juan Olvera, mencionó que el resultado del estudio para sanear la red de drenaje implica la necesidad de nueve proyectos con un costo de 825 millones de pesos durante los próximos veinte años.
Adicionalmente había negado esta semana que SIMAS estuviese descargando drenaje a los afluentes del Río Bravo, como el Río Escondido, pese al cúmulo de evidencia sobre escurrimientos que se mantuvieron en toda la administración.
De acuerdo a documentación obtenida por este portal la capacidad de la planta tratadora de aguas negras es de solamente 720 litros por segundo, mientras que el volumen que se inyecta desde la red de agua, es de mil 200 litros por segundo; es decir casi el doble, lo que ha orillado a mantener los colectores abiertos descargando de manera negligente a ríos de esta frontera.